En la actualidad, los hermanos José Manuel, Mayte y Gregorio Polo Martínez, tercera generación de viticultores y bodegueros, se encargan de preservar el legado vitivinícola de su familia.
Su dedicación, esfuerzo y pasión por la vid y su terruño son la clave del éxito de los vinos Hoya del Castillo. Con el paso de los años se han reestructurado las plantaciones, respetando los pagos más antiguos, tanto los que tienen en propiedad como los viñedos históricamente arrendados ubicados en diferentes zonas, terrenos y orientaciones del Alto Turia.